El pueblo de San Andrés lleva en
lo más profundo de su ser el amor y la ternura hacia la Virgen del Carmen. Por
eso al llegar al mes de julio, y con ello la Fiesta del Carmen, Co-pratrona de
nuestro pueblo marinero y Patrona de los hombres de la mar, San Andrés se llena
de luz y de alegría para celebrar su gran encuentro anual.
La fiesta de nuestra Señora del
Carmen, es una llamada a dar testimonio de nuestra fe con la celebración
gozosa de este día en nuestra parroquia. Es una tradición inmemorial que nos
legaron nuestros mayores como uno de los frutos más logrados de una fe que se fue
haciendo cultura en nuestro pueblo marinero a lo largo de tantos años. Por
ello, desde la parroquia invitamos a todos los feligreses a un compromiso firme
para impulsar y conservar aún más si cabe, la celebración de nuestra fiesta, la
de nuestra Madre y co-patrona, nuestra Señora del Carmen.
En todos nosotros permanecen
imborrables los recuerdos de aquellas fiestas del Carmen a las que, cuando
éramos niños, acudimos llevados de la mano de nuestros padres y abuelos. Esos
recuerdos no solo nos han acompañado a lo largo de toda nuestra vida, sino que
han sido, en tantas ocasiones, una ayuda insustituible en momentos difíciles de
nuestra fe y de nuestra vida. Cuando renovamos esos recuerdos en la
celebración de la fiesta del nuestra Señora del Carmen de cada año, la fe se va
haciendo cada vez más parte esencial de nuestra vida con el paso de los años.
Por tanto, para nosotros, la llamada que nos hace el papa Francisco para que
seamos testigos de la alegría del Evangelio es una invitación a mantener viva
la devoción a nuestra co-patrona, como un tesoro de gozosa protección y de
cariño filial en el que nos educaron nuestros seres más queridos.
Una tarea irrenunciable de
nuestra vida cristiana es la transmisión de la fe, especialmente a nuestros
niños y jóvenes. Esa transmisión de la fe hay que llevarla a cabo en la vida y
desde la vida. Transmitir la fe entre nosotros es parte de nuestra vida misma,
y tenemos que hacerla desde nuestras costumbres y devociones, desde nuestro
modo de ver la vida y desde nuestras más arraigadas convicciones. Por ello, educar
a nuestros niños y a nuestros jóvenes en el cariño y en la devoción a nuestra co-patrona,
nuestra Señora del Carmen, es el camino más auténtico que tenemos para transmitirles nuestra fe.
Es necesario meter a María en
nuestras vidas. Tenerla siempre presente a lo largo de nuestras jornadas. Por
ello, debemos suplicar a nuestra Madre, la Virgen del Carmen, que ejerza de
Madre Misericordiosa con todos estos sus hijos que tienen una gran fe en Ella
para que les proteja y les auxilie y, después de celebrar la gran fiesta en su
honra, acometan con esperanza renovada todos sus trabajos y singladuras.
Para agradecer la constante protección de nuestro Señor Jesucristo, recurrimos a la Madre por autonomasia, nuestra querida Virgen del Carmen, para que nos ayude a salir de nuestro letargo y sintamos su ayuda y mantengamos la esperanza en Ella.
Aunque la festividad de Nuestra Señora La Virgen del Carmen, es hoy, 16 de julio, celebrándose la Santa Misa en su honor a las 18:30 h., las celebraciones, en nuestro pueblo, se realizarán el próximo día 27 de julio, con la Eucaristía en honor a la Virgen a las 18:00 h. y la posterior procesión marítima-terrestre.