Apertura Diocesana del Año de la Misericordia

Hoy, 13 de diciembre, festividad de Santa Lucía, se abrirá la Puerta Santa de la Misericordia en la Catedral, gesto que se repetirá en todas las catedrales del mundo. 

El Papa ha propuesto a los católicos practicar más y mejor en este año las obras de misericordia. Lo que se pretende en la diócesis nivariense es que cada mes, se profundice y concreten gestos sencillos pero elocuentes de una de esas obras.

“Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina” – ha señalado el Papa Francisco.

Concretamente, en este mes de diciembre, se está haciendo hincapié en la obra de misericordia "Consolar al triste".

¿Cómo hacerlo?

1. Escuchando... hasta un pequeño desahogo... siendo "ángeles de consuelo".
2. Estando al lado de quien nos necesita, de tal forma, que sepa puede contar con nosotros.
3. Acompañando...sin prisas... con y para los demás, sin dar lecciones.
4. Hablándole de nuestra amistad con Dios...y sobre cómo llevamos los contratiempos con su ayuda...
5. Sugiriendo, con delicadeza, la posibilidad de celebrar el Sacramento de la Reconciliación..
6. Animándole a acudir con frecuencia a gozar de la Eucaristía...
7. Invitándole a acogerse al amparo, cuidado, de la Virgen Maria. Orar con ella en el Rosario u otra oración mariana.
8. Transmitiendo que el mejor antídoto para vencer las tristezas es volcarnos en los demás y el olvido de si...
9. Invitando a cuidar la oración y compartiéndola.

El Año de la Misericordia lo inició el Papa Francisco con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Juan de Letrán durante la solemnidad de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y concluirá el 20 de noviembre de 2016. Los jubileos son siempre una oportunidad para profundizar la fe y vivir con un compromiso renovado el testimonio cristiano.